El agua turbia de la piscina puede convertir rápidamente su piscina en una zona impracticable. Ya se trate de un simple desequilibrio químico, un problema de filtración o residuos en suspensión, es esencial actuar rápidamente para restablecer la claridad. Afortunadamente, existen numerosas soluciones eficaces, siempre que se identifique correctamente la causa de la turbidez. En este artículo descubrirá los pasos a seguir para recuperar un agua cristalina, los errores que hay que evitar, los tratamientos adecuados y las herramientas que pueden facilitar la tarea. Porque un agua turbia no es una fatalidad, es una señal de alerta que hay que corregir sin demora.
Identificar la causa del agua turbia antes de actuar
Antes de tratar el agua, es fundamental comprender qué ha causado la turbidez. El agua turbia no tiene por qué estar sucia, pero está cargada de partículas invisibles o microorganismos. Las principales causas incluyen:
- Un equilibrio incorrecto de pH, TAC o TH.
- Un nivel insuficiente o ineficaz de desinfectante (cloro, bromo).
- Un filtro sucio o mal mantenido.
- Contaminación orgánica (bañistas, polen, hojas, crema solar, etc.).
- Una proliferación de algas invisibles en la fase inicial.
Por lo tanto, el primer paso consiste en realizar un análisis completo del agua (tira reactiva o dispositivo digital) para verificar los parámetros químicos. Compruebe también el estado del filtro, la bomba y los skimmers. Sin este diagnóstico previo, cualquier tratamiento podría ser ineficaz o incluso contraproducente. Una vez identificada la causa, podrá aplicar un método específico para recuperar rápidamente un agua cristalina.
Corregir los parámetros químicos con prioridad
Una vez realizados los análisis, es necesario ajustar los parámetros esenciales: el pH debe estar entre 7,2 y 7,4 para que el cloro actúe de forma óptima. Un pH desequilibrado puede hacer que el agua se vuelva lechosa o favorecer el desarrollo de bacterias. La alcalinidad (TAC) debe estar entre 80 y 120 mg/L, mientras que la dureza cálcica (TH) influye en la estabilidad del agua. Ajuste primero el pH con productos correctores adecuados y luego añada o corrija la tasa de desinfectante. En muchos casos, un simple tratamiento de choque con cloro (o con oxígeno activo) permite restablecer la claridad en 24 a 48 horas. Estos tratamientos deben aplicarse con filtración continua durante 48 horas, y con los equipos electrónicos retirados del estanque, incluidos los robots BEATBOT como el AquaSense 2 Ultra si se utilizan. Una desinfección eficaz es la clave para un agua limpia y estable.
Optimizar la filtración para eliminar las partículas finas
Una filtración eficaz es esencial para capturar las impurezas en suspensión. Si el agua permanece turbia a pesar de una química correcta, a menudo es porque el filtro no está haciendo su trabajo. Comprueba que la bomba funcione el tiempo suficiente (mínimo 10 h/día en verano) y limpia o sustituye los elementos filtrantes (arena, cartucho o diatomeas). Se recomienda un contralavado para los filtros de arena. Además, la adición de un floculante o clarificante permite aglomerar las partículas finas para que puedan filtrarse. Este paso es especialmente eficaz si se combina con el uso de un robot de limpieza de alto rendimiento. El
BEATBOT AquaSense 2 Pro, por ejemplo, además de limpiar completamente el fondo y las paredes, incorpora una tecnología de clarificación que captura las partículas finas en su bandeja filtrante, mejorando así la calidad del agua desde el primer ciclo.
Limpiar mecánicamente el fondo, las paredes y la superficie
El tratamiento químico no siempre es suficiente para recuperar un agua clara: también hay que eliminar la suciedad depositada en el fondo y en las paredes. Se recomienda encarecidamente el cepillado manual o mecánico para desprender los residuos, las algas invisibles o la biopelícula que enturbian el agua. El uso de un robot de limpieza se convierte aquí en una verdadera ventaja. Los modelos inteligentes, como los de Dolphin, Hayward o BEATBOT, garantizan una limpieza autónoma, precisa y en profundidad. No olvide la superficie: los residuos orgánicos (hojas, flores, crema solar) flotan y acaban descomponiéndose. Un robot skimmer como el
iSkim Ultra de BEATBOT captura estos residuos antes de que contaminen el agua. Esta limpieza de 360° (fondo + paredes + superficie) acelera la recuperación de la transparencia.
Aplicar un clarificador para acelerar el retorno a la claridad
El clarificador es un producto muy útil cuando el agua está turbia sin estar completamente sucia. Actúa agrupando las micropartículas invisibles a simple vista en grupos más grandes, que el filtro puede retener posteriormente. A diferencia del floculante, puede utilizarse con filtros de cartucho, lo que lo hace más universal. Se recomienda verterlo por la noche, con la bomba en funcionamiento, y dejar que la filtración funcione durante al menos 12 horas. El clarificante es especialmente eficaz en combinación con una filtración bien mantenida y un robot que complete el trabajo en el fondo. No sustituye al desinfectante ni al cepillado, pero permite recuperar rápidamente un agua cristalina, sobre todo en caso de contaminación temporal (tormenta, baño intensivo, etc.).
Adopte los buenos reflejos para evitar que vuelva a enturbiarse
Una vez recuperada la claridad, es esencial adoptar gestos preventivos para evitar que el agua vuelva a enturbiarse. Compruebe el pH y el nivel de desinfectante una o dos veces por semana, limpie los cestos de los skimmers cada 2 o 3 días y haga funcionar la bomba según la temperatura exterior (duración = temperatura/2 en horas por día). El mantenimiento regular con un robot limpiador permite evitar la acumulación de residuos orgánicos. Vigile las condiciones meteorológicas (viento, lluvia, calor), que influyen directamente en la química del agua. Por último, una cubierta de piscina limita en gran medida la suciedad exterior. La idea es sencilla: es mejor prevenir que tratar un agua que se ha vuelto turbia de la noche a la mañana.
Un enfoque combinado para un agua clara y sostenible
Limpiar un agua turbia requiere método, pero los resultados son rápidamente visibles si se combinan las buenas prácticas: prueba química, ajuste del pH, tratamiento de choque, filtración optimizada y limpieza física con o sin robot. Gracias a equipos de última generación como los robots
BEATBOT AquaSense o el skimmer
iSkim Ultra, hoy en día es posible mantener un agua cristalina sin esfuerzo. Una vez que se restablecen los parámetros correctos y el estanque está limpio, el mantenimiento se vuelve más fácil, más rápido y menos costoso. Al actuar rápida y correctamente, se evitan los tratamientos intensivos, se protegen los equipos... y, sobre todo, se disfruta plenamente de la piscina durante toda la temporada.